La primera comunión de Antonio la celebramos
en casa, una reunión familiar que en nuestro caso nunca es pequeña. Ese día era
la final de la Champions League y jugaba nuestro equipo favorito (en nuestro
país estos partidos se suelen ver en la tarde temprana), por lo que tuvimos que
adaptarnos un poco a este acontecimiento.
Primero y mientras veíamos el partido de
fútbol se hizo lo que los italianos llaman un “antipasti” en el que ofrecimos
diversos tipos de ensaladas, aceitunas, frutos secos, embutidos, quesos,
tortilla española, carpaccio. Cada quien podía pasar por la mesa y servirse a
su gusto.
Luego que terminó el partido (el cual ganamos)
se sirvió el almuerzo que constaba de unos deliciosos canellones a la catalana
con ensalada mediterránea.
También había una mesa con la hermosa torta
hecha por nuestra cuñada Dioshayla acompañada de deliciosos y tentadores dulces: crumble de piña, mousse de chocolate blanco con coulis de parchita, mousse de moka, merengues rellenos de crema de naranja, almendrones, suspiritos, bombones, bloondies y mini pies de limón.
Y para finalizar capuchino con carquinyols o biscotis y torta de almendras y chocolate.
La decoración fue en azul claro, blanco y amarillo, y muchas, muchas hortensias que cultiva nuestra mamá. Quedamos muy felices y complacidas de la celebración del día que nuestro Antonio recibió al Señor por primera vez.
Lo que mas nos gustó:
-La selección de antipastos
-Los shots de merengue
-La selección de colores, ideal para una primera comunión de un niño
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